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¿Cómo tomar decisiones acertadas? Evita ser un «manager febril»

Tomar decisiones acertadas es una de las habilidades más críticas que un líder puede desarrollar. Sin embargo, muchos recién nombrados managers, directores o jefes se enfrentan a la presión de tomar decisiones rápidas, a menudo sin la información necesaria. Esta situación puede conducir a lo que se conoce como el «manager febril», un término que describe a aquellos líderes que toman decisiones precipitadas, a menudo basadas en la urgencia y no en la reflexión. Este artículo ofrece un enfoque estructurado para evitar caer en esta trampa y tomar decisiones efectivas.

manager febril

La presión del nuevo rol

La necesidad de cómo tomar decisiones es especialmente intensa en los recién nombrados en puestos de dirección. A menudo, sienten la obligación de demostrar su valía y justificar su nombramiento de inmediato. Sin embargo, este impulso puede ser contraproducente. La realidad es que la toma de decisiones efectiva requiere tiempo, análisis y, sobre todo, una comprensión clara del contexto en el que se opera.

Un aspecto fundamental a considerar es que muchas de las decisiones que se toman en el entorno empresarial son complejas y multifacéticas. A menudo, las consecuencias de una decisión pueden no ser evidentes en el momento de su adopción, lo que hace que la prisa en la toma de decisiones sea aún más peligrosa.

Las tres fases para una toma de decisiones efectiva

Para evitar caer en la trampa de ser un «manager febril», es crucial seguir un enfoque metódico. Aquí se presentan tres fases esenciales que todo líder debe tener en cuenta para cómo tomar decisiones informadas y efectivas:

Observar

La primera fase para tomar decisiones efectivas es observar. No se trata simplemente de mirar; se trata de entender el entorno en el que estás operando. Pregúntate: ¿Cómo se hacen las cosas aquí? ¿Qué procesos y prácticas ya están en marcha?

Es vital tomarse el tiempo para observar las dinámicas del equipo y la organización. Esto implica hablar con los miembros del equipo, escuchar sus perspectivas y analizar cómo se han resuelto problemas similares en el pasado. Cada lugar tiene su propia cultura y sus propios métodos de trabajo, y comprender esto es esencial antes de implementar cambios.

Durante esta fase, es importante evitar hacer juicios rápidos. En lugar de imponer tus ideas, busca entender las razones detrás de las prácticas existentes. Esto no solo te proporcionará información valiosa, sino que también ayudará a generar confianza y apertura entre tú y tu equipo.

equipo

Comprender

La segunda fase es comprender. Una vez que hayas observado, es momento de profundizar en el porqué de las cosas. Pregunta a tu equipo por qué se hacen de determinada manera y qué desafíos han enfrentado en el pasado.

La clave aquí es fomentar un diálogo abierto. Utiliza preguntas que inviten a la reflexión y a la discusión. Preguntas como: “¿Qué ha funcionado bien en el pasado?” o “¿Qué podríamos mejorar?” son útiles para explorar las prácticas actuales sin juzgar. Esta fase no solo te proporcionará una comprensión más profunda de la situación, sino que también hará que tu equipo se sienta valorado y escuchado.

Al comprender el contexto, podrás identificar tanto las fortalezas como las debilidades de las prácticas existentes. Esto te permitirá tomar decisiones más informadas y estratégicas en la siguiente fase.

Tomar las primeras decisiones

Finalmente, tras haber observado y comprendido el entorno, llega el momento de pensar en cómo tomar decisiones. Sin embargo, es esencial que estas primeras decisiones no se tomen en aislamiento. Involucra a tu equipo en el proceso. Esto no solo generará un sentido de participación y compromiso, sino que también enriquecerá la calidad de las decisiones que se tomen.

Algunas ventajas de tomar decisiones en conjunto son:

  1. Participación y compromiso: Cuando los miembros del equipo son parte del proceso decisional, se sienten más comprometidos con la implementación de esas decisiones. Esto también ayuda a fomentar un ambiente colaborativo y positivo.
  2. Respeto mutuo: Involucrar a tu equipo demuestra que valoras su opinión y experiencia. Esto puede fortalecer las relaciones y fomentar una cultura de respeto y colaboración.
  3. Reducción del riesgo de error: Varias mentes pensando juntas pueden generar mejores soluciones. La diversidad de perspectivas y experiencias puede llevar a decisiones más equilibradas y acertadas. Recuerda que “mandar no es mandar, mandar es servir”. Un buen líder no impone decisiones, sino que facilita el proceso.

La importancia de la comunicación

Un aspecto fundamental a lo largo de estas fases es la comunicación. Mantener un flujo de información claro y abierto es vital para el éxito en cómo tomar decisiones. Asegúrate de que todos comprendan el proceso y los criterios que guiarán la decisión. Esto no solo genera confianza, sino que también permite a todos sentirse parte del proceso.

En el mundo empresarial actual, donde la rapidez y la agilidad son cruciales, la capacidad de cómo tomar decisiones acertadas se ha convertido en una competencia esencial para cualquier líder. La presión de actuar con inmediatez puede llevar a los recién nombrados managers a precipitarse en sus decisiones, lo que a menudo resulta en resultados desfavorables. Sin embargo, al adoptar un enfoque estructurado y consciente en la toma de decisiones, los líderes pueden evitar ser considerados «managers febril» y, en cambio, convertirse en figuras respetadas y efectivas dentro de sus organizaciones.

Las tres fases descritas —observar, comprender y tomar decisiones— ofrecen un marco sólido que permite a los líderes navegar por la complejidad de su nuevo entorno. La observación cuidadosa proporciona una visión profunda del contexto y de las dinámicas existentes, mientras que la comprensión de las razones detrás de las prácticas actuales fomenta un ambiente de diálogo abierto y respeto mutuo. Este proceso no solo prepara el terreno para la toma de decisiones más informadas, sino que también involucra a los miembros del equipo, creando un sentido de pertenencia y compromiso que es fundamental para el éxito organizacional.

líder

Involucrar al equipo en la toma de decisiones es un componente clave que no debe pasarse por alto. Las decisiones tomadas en conjunto no solo son más robustas, sino que también generan un clima de confianza y colaboración. Cuando los miembros del equipo se sienten escuchados y valorados, están más dispuestos a comprometerse con las decisiones adoptadas, lo que a su vez facilita su implementación. Este enfoque no solo minimiza los riesgos asociados con las decisiones equivocadas, sino que también fortalece la cohesión del equipo, convirtiendo a los colaboradores en aliados en lugar de meros ejecutores de órdenes.

Comunicación clara y efectiva

Además, la comunicación clara y efectiva a lo largo de todo el proceso es vital. Informar al equipo sobre las decisiones tomadas y las razones detrás de ellas no solo mejora la comprensión, sino que también establece una cultura de transparencia que puede prevenir malentendidos y fomentar un ambiente de trabajo positivo. En última instancia, la capacidad de cómo tomar decisiones acertadas no se trata solo de elegir la opción correcta, sino de cultivar un proceso que considere las diversas perspectivas y habilidades de todos los involucrados.

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