Según un estudio de la Universidad de Harvard sobre más de mil empleados que fueron encuestados, el 52% indicó que al trabajar desde casa sentían que el resto del equipo comenzaba a tenerles menos confianza y a dejarlos de lado en decisiones importantes. Puedes ver el estudio aquí.
Si queremos que nuestros equipos desarrollen todo su potencial y consigan resultados por encima de la media, es importante que generemos en ellos experiencias que contrarresten el deterioro de la confianza, la cohesión y el sentimiento de pertenencia.
Uno de los efectos negativos que está dejando la pandemia es la percepción de las personas sobre la confianza en los equipos. Un alto porcentaje de colaboradores se sienten aislados, las relaciones entre los miembros del equipo han perdido fuerza y el sentimiento de pertenencia se ha difuminado.
La confianza en el equipo de trabajo
Sabemos que la confianza es la base del trabajo en equipo y para que nos resulte fácil confiar, necesitamos conocer quienes somos como personas, no solo como trabajamos.
Los seres humanos nos comportamos en base a nuestra estructura de pensamiento, esas afirmaciones a las que le doy carácter de verdad absoluta y que conforman nuestra manera de ver el mundo, a las que llamamos creencias. Cada miembro del equipo tiene las suyas. Cuando trabajamos con un grupo de personas habitualmente, vamos reorganizando nuestro sistema de creencias, las individuales pierden peso en pro de las colectivas del grupo.
Ese sistema de creencias colectivas se va construyendo y reforzando en las reuniones de trabajo, pero también y sobre todo en los momentos informales, donde nuestro inconsciente se abre a toda la información “que nuestro cerebro más racional” considera menos importante. La comunicación no verbal, la comunicación paraverbal.
El trabajo remoto en equipo
Cuando estamos en remoto, y no tenemos tanto de esos contactos informales, nuestras creencias individuales vuelven a tener mas peso que las colectivas. Nuestra manera de filtrar los comportamientos de los compañeros y del entorno se codifica desde los parámetros individuales que traía antes de trabajar en equipo. Ante posibles conflictos entre colaboradores, en presencial se filtraba la información a través del código del equipo, en remoto, volvemos a dar más peso a creencias individuales, resolviendo el conflicto de forma distinta.
De la misma manera, al haber menos interacciones informales, tenemos menos oportunidad de comunicar las preocupaciones del día a día, las emociones cotidianas y el encuentro de afinidades o aspectos de nuestra vida, afectando a la confianza entre los miembros del equipo.
Todo esto sumado a las personas que se han incorporado en los dos últimos años sin tener la posibilidad de respirar la cultura de la organización, de conocer los héroes, ritos y mitos de su compañía. Esto hace que tengamos equipos con altos niveles de ansiedad y bajos niveles de energía.
El ser humano en el trabajo
El ser humano como ser social, debería saber colaborar, apoyarse y encontrar sinergias trabajando en equipo. 25 años de experiencia nos han llevado a poder asegurar que muchos equipos de trabajo necesitan generar experiencias diferentes que les ayuden a desarrollar las herramientas necesarias para ser un buen jugador de equipo.
La persona se implica cuando participa, y cuando juega baja las defensas y se relaciona tal cual es. Por eso las actividades de trabajo en equipo ayudan a conocernos de una manera mas efectiva que en el trabajo del día a día, donde los roles y comportamientos están mas estandarizados.
Conocernos mejor, encontrar afinidades y dejar ver qué somos, nos ayuda a crear las condiciones donde nos resulta más fácil elegir confiar en los demás. Una vez que me permito ser vulnerable y siento que no necesito defenderme del otro, empiezo a generar espirales de comunicación, creatividad y autonomía. Es entonces cuando creo que puedo opinar de forma diferente sin sentirme juzgado, es en ese momento donde pongo atención en lo que es mejor para el equipo.
Para que un equipo desarrolle todo su potencial es importante generar experiencias que les haga sentir momentos de alegría compartida, de emoción, de nervios, de inquietud de satisfacción y orgullo.
Cuando un equipo consigue objetivos juntos que pensaban que eran imposibles, la energía y la confianza que adquieren como equipo les hace sentir que son capaces de mover montañas si colaboran entre ellos.
El trabajo en tiempo de pandemia
El tiempo de pandemia nos ha enfrentado a cambios reactivos, a gestionar la incertidumbre. El aislamiento social se ha relacionado con peor desempeño, menos inclusión y aumento de las ganas de abandonar. Las personas que se han incorporado a equipos en remoto carecen de las mismas oportunidades de establecer vínculos y abrazar la cultura de la organización.
Por todo ello, es el momento adecuado para hacer un Team Building con tu equipo que ayude a reforzar los vínculos, compartir cultura, que favorezca la comunicación informal, entre otros. Es tiempo de darle a tu equipo un búster de confianza, orgullo y energía.
Mi nombre es Irene Gómez y junto al equipo de INFOVA Leadership & Development ofrecemos una sesiones de Team Building para mejorar los lazos del equipo de trabajo y, enfocar a todos los trabajadores en los objetivos y valores de la empresa. Puedes contactarnos para más información sobre nuestras sesiones de Team Building.